Tus hijos tienen derecho a la verdad
Tus hijos no necesitan que sus padres o madres estén juntos. Lo que necesitan es aprender que lo importante no es mantener algo que no existe. Lo importante es vivir con la verdad.
Tus hijos no necesitan que sus padres o madres estén juntos.
Necesitan que estén en el lugar en el que deseen estar.
Y a veces ese lugar es separados.
Porque tus hijos no son estúpidos.
Lo notan todo.
Saben que no os tocáis, no os miráis, no nada.
Sienten que estáis por compromiso.
Tus hijos no se merecen unos padres que mientan.
Que se vayan marchitando por el bien de la familia.
Porque el único bien para una familia es la felicidad de sus integrantes.
Y se puede ser familia sin que tus padres estén enamorados entre ellos.
Sin que convivan o mantengan una relación amorosa.
Se puede y se debe cuando no lo están.
Porque a eso se le llama honestidad.
Tus hijos tienen derecho a la verdad.
No puedes estafarles vitalmente de esa manera.
No puedes engañarles.
Tampoco puedes engañarte tú.
Porque esta es la única vida que tienes para vivirla.
Y si la relación se acabó hay que decirlo y seguir.
Porque es lo único que se puede hacer.
Lo otro es construir encima de un cementerio.
Es falsear las cuentas.
Es maquillar un muerto.
Es lo contrario a la familia.
Porque la familia ha de ser un espacio y un tiempo para la libertad.
Un sitio en el que tú puedes ser tú.
Y cuando ese tú ya no quiere a otra persona u otra persona ya no quiere a ese tú.
Eso hay que respetarlo.
Y si se forman nuevos vínculos lejos de la familia original.
Eso hay que respetarlo.
Porque la familia es un sitio en el que has de estar seguro para realizarte.
Para no tener miedo a que te dejen de querer porque las cosas no sean de la manera que necesitamos que sean.
Tus hijos no necesitan que sus padres o madres estén juntos.
Lo que necesitan es aprender que lo importante no es mantener algo que no existe.
Lo importante es vivir con la verdad.
Anudada al corazón.
«Roy Galán»